viernes, 20 de noviembre de 2015

ALBERT PUIG: XAVI REÚNE LAS CONDICIONES PARA ENTRENAR ALGÚN DÍA AL BARCA.


Albert Puig: entrenador fútbol Base  en Barcelona F.C. 

El entrenador del Infantil B azulgrana publica el libro 'La fuerza de un sueño' donde analiza las claves y los valores que debe tener el fútbol base y su entorno
 ALBERT DOMÈNECH/ La Vanguardia.com.

8 de abril de 2007. Albert Puig era por aquel entonces el entrenador del Alevín B del F.C.Barcelona. Jugaban la final del torneo Vila de Peralada ante el máximo rival de la ciudad, el R.C.D. Espanyol. Durante los primeros compases del juego un jugador del equipo azulgrana se hizo daño y muy deportivamente los jugadores del Espanyol tiraron la pelota fuera. Al reanudarse el juego y servir de banda, el Barça no devolvió la pelota y marcó en la misma jugada el primer gol del encuentro. Ante esta acción anti deportiva, Puig ordenó a sus jugadores que se dejaran meter un gol, y minutos más tarde, sus jugadores cumplían las órdenes de su técnico. Una acción de justicia que posteriormente fue reconocida en diferentes ámbitos sociales y deportivos y que le supuso a Albert Puig ganar más de un premio por su fair play. 

El técnico reconoce que probablemente sin esa acción nunca se hubiera animado a escribir un libro, un libro que dicho sea de paso está teniendo un éxito importante. 'La fuerza de un sueño' es más que un libro sobre fútbol. Es un libro sobre los valores que tienen que aprender los más jóvenes en el deporte, pero también en la vida. Es un libro de fracasos y decepciones. Es un libro para los padres y educadores. Es un libro para enfermos del fútbol, como Guardiola, Xavi, Puyol, Rexach, Luis Enrique, que son algunos de los testimonios que aparecen en las conversaciones de Puig. Por cierto, el Alevín B del Barça acabó ganando la final por 2-1. Un hecho que demuestra que la deportividad y el respeto son perfectamente compatibles con las ganas de ganar y de competir. Algunos jugadores del fútbol profesional deberían tomar buena nota. 

-Después de todas las conversaciones que ha mantenido con profesionales del fútbol, seguro que ahora ya me podrá dar respuesta al gran dilema que plantea en su libro. ¿Qué viene antes, formar o ganar? ¿Competir o jugar?
-Esta es una pregunta que se hace todo el mundo y la respuesta es que ganar o formar es exactamente lo mismo. Se gana formando y se forma ganando. El fútbol es un juego, y como en todos los juegos, siempre se tiene que ir a intentar ganar. A partir de aquí, tienes que ganar con una ética. Ganando también estás formando y eso también pasa por formar la persona en sí. La palabra clave es competición, ya que competir significa dar el máximo de uno mismo. 

-Insiste usted en que hay una doble competición, una con tu entorno y otra con uno mismo…
-Sí, es así. Esta es la clave de todo, y a partir de aquí se puede ganar o perder, pero lo principal es competir, que es el esfuerzo que haces contigo mismo y ante los demás. 

-Nos quedamos pues con la frase que recoge de Pep Guardiola. “Ganar no es incompatible con una buena formación”. 

-Sí, lo importante es saber que ganando te puedes formar, pero evidentemente tienes que enseñar al jugador que cuando gana tiene que ser humilde y cuando pierde debe reconocer que el rival ha estado mejor. Pero lo más importante es que uno compite consigo mismo y con el entorno para ganar, sino el deporte no tendría sentido. 

-Me llama la atención lo que dice en la introducción del libro. Le gusta más que le reconozcan como profesor antes que como entrenador, ¿Por qué?
-Porqué los entrenadores de fútbol base lo que estamos haciendo es enseñar. Hay otros entrenadores, como pueden ser los de primera división, que tienen que controlar otros aspectos más complicados como puede ser el entorno, la táctica, los detalles más futbolísticos, etc. 

-¿Qué valores se enseñan en el fútbol base?
-A un nivel metodológico se enseña el lenguaje del fútbol. Si hablamos de un nivel más formativo lo más importante siempre es intentar sacarles el máximo como personas. Si les sacas el máximo como persona, les estás sacando el máximo como deportistas y futbolistas. Y eso es lo que le ayudará a crecer y a decidir. Son los dos pilares de un jugador. 

-Hay jugadores como Guillermo Amor o Xavi que admiten que los estudios son muy importantes, y más en estas edades. De hecho, el propio jugador de Terrassa le confiesa que se arrepiente de haber dejado de estudiar. ¿Es un error común en esta profesión y en edades juveniles?
-Lo que hay que dejar claro en este punto es que jugar a fútbol y estudiar es perfectamente compatible, y es lo que se debe hacer. Quizás lo más difícil es cuando uno llega a los 18 años, que es una categoría semiprofesional donde hay más compromisos más fuertes y en un momento dado sí que puede significar un pequeño handicap para la formación del chaval. Pero hay opciones como ir más despacio y hacer estudiar la carrera de forma más pausada, aunque le suponga hacerlo en algunos años más. Pero insisto, los estudios y la cultura del trabajo, son totalmente compatibles y complementarios a la práctica del fútbol. 

-Aquí también es importante que los chavales tengan un entorno familiar favorable que les haga tocar de pies a tierra en los primeros momentos como profesionales. Más que nada porque son pocos los que llegan a ganarse la vida con esto…
-Sí, además hay una cosa importante, y es que cuanto más bien estudien, más les gustará el fútbol, porque los conocimientos intelectuales les ayudará a entender mejor el lenguaje del fútbol. 

-Laureano Ruiz afirma en el libro que “los niños actuales carecen de espíritu de sacrificio y de superación”. 
¿Está de acuerdo con él?
-Sí, estoy de acuerdo, pero pienso que hoy en día ser niño es más difícil que antiguamente, por mucho que se diga que es al revés. Hoy en día, el adulto lo que hace es proteger y dar excesivos premios a sus hijos, que pienso que es contraproducente para su educación y formación, por eso creo que es más difícil ser niño. 

-Hablemos del vestuario. Iniesta afirma que la clave es la tolerancia y el respeto. ¿Son los dos pilares sobre los que se debe sustentar un vestuario con 20 o 25 personas tan distintas entre sí?
-Sí, pero no sólo en el vestuario, en cualquier sitio de trabajo donde convivan muchas personas el principal valor que puede haber es el respeto. Si se logra este ambiente, podemos decir que el conjunto pasa por delante. Si no hay un respeto, como dice Henry, el vestuario es como un castillo de naipes, muy fácil de construir pero que se puede venir abajo en muy poco tiempo. 

-Vamos a los padres, que en las edades de sus jugadores juegan un papel vital. ¿Cuál es la actitud idónea del padre o de la madre con un hijo suyo que juegue desde pequeño en un equipo de primer nivel con una exigencia extra?
-La actitud tiene que ser la de entender el fútbol como un juego donde su hijo va a desarrollar unas cualidades físicas, a hacer una actividad social y nada más. A partir de aquí, todo padre que quiere ver en su hijo una visión de futuro a largo plazo como profesional, y que tenga un futuro económico, es poner una presión al niño que convierte el juego en un trabajo. Nunca hay que presionar a los niños y hay que dejar que el juego siga siendo un juego, no una obligación. Si el niño ve que el padre no se pierde ningún entreno, ni ningún partido, y que la principal conversación que gira en torno a él siempre es de fútbol, acaba por darse cuenta de que es no es un juego sino algo que hace disfrutar al padre más que a él, y eso le crea una presión que no es buena ni para él ni para el mundo del deporte. 

-¿Qué debe tener hoy en día cualquiera de los chavales que tienen en cantera para que lleguen al primer equipo del Barça?
-Bien, por una parte un nivel técnico bueno, pero es algo que ya se presupone antes de entrar en nuestra cantera. Así que lo más importante es el cerebro. Su actitud, su esfuerzo, su carácter, es lo que le hará ser futbolista o no. Y esto que suena tan fácil es lo que provoca el 90% de fracasos. 

-¿La suerte, aunque sea en un porcentaje pequeño, también cuenta?
-La suerte puede contar en un momento final, que es cuando llega el paso de pasar o consolidarse en el primer equipo. A veces el jugador necesita ese punto de suerte para no sufrir ninguna lesión, o algo que le permita no estar bien a la hora de la verdad, como es el primer partido. A partir de aquí, la suerte ya no influye para nada, todo será el trabajo que cada uno sea capaz de hacer. 

-¿Un entrenador del fútbol base también se siente frustrado cuando un jugador no llega al primer equipo o deja de jugar a fútbol?
-Te sabe mal, te sabe muy mal. Pero bueno, hay que entender que estamos hablando de un porcentaje elevado de jugadores, que sabes que se producirá, y más que decepción, intentas alegrarte por ese 10% que sí que lo consigue. Pero evidentemente, siempre te queda la decepción de ver cómo es posible que un chico con tantas cualidades no acabe de consolidarse. 

-Dedica la primera parte del libro a conversar con dos de los personajes deportivos del pasado año como son Pep Guardiola y Tito Vilanova. Más allá de los seis títulos, ¿cuáles cree que han sido las claves del éxito del modelo del Pep team?
-Cuando llegaron implantaron todo aquello que ellos habían vivido como jugadores del fútbol base o como entrenadores del Barça Atlético. Esos valores son el espíritu de sacrificio o el valor por el trabajo. A partir de aquí, ellos aplican el sentido común, los jugadores se contagian de ese modelo, se empapan del valor de la cantera en el primer equipo y luego ya hay una calidad enorme dentro del vestuario que hace que el equipo sea el mejor del mundo. Pero la palabra clave es sentido común y trabajar mucho con el cuerpo técnico para que los jugadores puedan desarrollar todas las cualidades del mundo. 

-El pasado año fue Sergio Busquets, este año Pedro. ¿La cantera necesita más entrenadores valientes en el primer equipo como Pep que apueste por ellos?
-Es muy importante, pero él lo hace porque lo ha vivido desde que era pequeño. El círculo de un equipo como el Barça que necesita de los mejores jugadores del mundo se cerró cuando se fichó un entrenador del fútbol base y de la casa que apuesta por jugadores de la casa que son, junto a los mejores jugadores del mundo, la base del presente y del futuro del club. 

-Hay muchos jugadores o entrenadores que afirman que cuando Pep jugaba era la prolongación de cualquier entrenador en el campo. Su prolongación más cercana es Xavi Hernández, ¿es uno de los jugadores que podría seguir los pasos de Guardiola y, quien sabe, acabar entrenado al Barça?
-Bueno, son cosas que no se pueden prever nunca, pero sí que es verdad que cuando le hice la entrevista le comenté que le veía como futuro entrenador por sus cualidades. Tienes los condicionantes, es líder, entiende lo que es el fútbol, tiene los valores del sacrificio y trabajo de los que se impregnó en el fútbol base y probablemente con el tiempo será un gran entrenador de fútbol. 

-¿Del Barça?
-¡Ojala! Como te digo, reúne los condicionantes. (Sonríe). 

-¿Qué le contestó él cuando le dijo que sería un gran entrenador?
-Nada, se puso a reír. Ahora mismo está centrado en su etapa como jugador, que todavía tiene cuerda para rato. 

-La gran diferencia entre el modelo del Barça actual y del Real Madrid está en la apuesta por la cantera. ¿La cantera blanca no funciona?
-El Madrid tiene una gran cantera, lo que pasa es que nosotros tenemos un estilo muy definido desde hace 20 años, con una filosofía de juego muy clara. Pero te aseguro que ellos tienen una cantera de altísima calidad, una de las mejores del mundo. El problema es que ellos tienen una serie de jugadores que en lugar de ser explotados en el primer equipo tiene que salir del club y jugar con otros equipos. Puedes hacer un buen trabajo de cantera que si al final los jugadores no llegan al primer equipo parece que no se haya hecho bien. 

-Cruyff, Van Gaal, Rijkaard, Guardiola. ¿Todos estos entrenadores han bebido del modelo de club que se gestó hace 20 años?
-Sí, hay personas que resultaron claves en la creación de este estilo como Oriol Tort o Laureano Ruiz y que fueron los que adaptaron una filosofía que venía de Holanda, la impregnaron en el fútbol base y la dotaron de una humanidad. A partir de aquí, adaptaron la filosofía de juego a un estilo más mediterráneo y catalán, con un trato preferencial por el balón y con una técnica determinada. Es una manera de jugar que al socio le gusta, y la clave ha sido seguir con esta línea y no perderla nunca. 

-¿Es un modelo exportable a otros clubes?
-Sí, pero no sólo la del Barça, creo que Catalunya en sí tiene una de las canteras más importantes del mundo. 

-Hábleme, para acabar, de la joya de la corona. ¿Cuándo veían jugar a Messi pensaron en algún momento que tenían ante sus ojos al futuro mejor jugador del mundo?
-Todo el mundo veía su calidad y decía que sería un jugador importante para el Barça, pero de aquí a saber si sería el mejor del mundo ya va un mundo. Si nosotros ya no nos atrevemos a decir nunca si un jugador llegará o no al primer equipo, imagínate si alguien puede pronosticar que alguien será el mejor jugador del mundo. Messi era un chico que se moría de ganas por entrenar cada día, siempre era de los primeros en llegar al campo, no se perdía ni un solo entrenamiento, vivía del fútbol. A partir de aquí se le enseñó a jugar como equipo, se le dotó de un juego colectivo y lo demás se lo ha ganado él con espíritu de lucha y de superación. 

-¿Es una utopía pensar hoy en día que alguien como Messi pued retirarse en el Barça?
-¿Una utopía? No, para nada. Ahora bien, creo que tampoco pasaría nada si al final de su carrera decide probar otros mundos futbolísticos, eso a veces pasa. Pero no tiene nada que ver en que los mejores años de su vida futbolística los va a vivir con el Barça, que es el club que le ha protegido, que le ha mimado y que él quiere.


No hay comentarios:

Publicar un comentario