domingo, 29 de marzo de 2015

ENTRE EL EQUILIBRIO Y LA INCONSISTENCIA por Ignacio Benedetti..



Correspondencia de un náufrago: entre el equilibrio y la inconsistencia
por IGNACIO BENEDETTI /


La suposición de que todos los seres humanos somos iguales es tan vacía como falsa. Si la trasladamos al contexto del fútbol sería como decir que existen equipos idénticos. Una frase como esa nos deja mal parados y nos revela como holgazanes, ya que si bien es cierto que los equipos que protagonizan un encuentro de fútbol deben regirse por unas normas básicas, cada conjunto es un ente distinto al resto.

Ahora bien, partiendo de la certeza de que todos los habitantes de este planeta son únicos e irrepetibles, hay que ir más allá y aceptar –que no comprender– que cada día que pasa, cada uno de nosotros cambia un poco de piel y deja de ser lo que ayer era. ¿Acaso no es un maravilloso reto intentar observar todo esto? Le confieso que me emociona la posibilidad de que cada día que pasa me convertiré en una nueva versión de mí mismo.

He aquí el origen de mi gusto por el fútbol: perderme en las innumerables actualizaciones que semana a semana presenta cada equipo.

Influido por no saber, me he dejado llevar por las miles de metodologías que me recomendaron entrenadores amigos o que pude observar en sesiones de trabajo de clubes y un par de selecciones nacionales. Pero en ninguna encontré la luz, o mejor dicho, me seguía faltando algo que me ayudara a comprender qué es lo que existe detrás de los partidos y las ruedas de prensa.

Fueron muchas las horas dedicadas a escuchar en campos de fútbol y en charlas de café a gente muy valiosa y con un conocimiento envidiable. No me atrevo a mencionarlos por temor a olvidarme de alguno, pero sí quiero recordar una línea que me dejó alguien a quien leo más de lo que imagina. Sus pequeñas reflexiones –para ella seguramente son solo descargas emocionales– me han servido de compañía en este naufragio.

Atado a la promesa de guardar sus palabras, esta persona me recordaba el otro día algo tan elemental como cierto:
 “La inconsistencia es una fase más, necesaria para conseguir el equilibrio“.

 Después de esa recomendación identifiqué la pista que tanto estaba buscando y que mis incapacidades no me habían permitido divisar: el fútbol es, ante todo, una actividad llevada a cabo por humanos, y es como tal debemos entenderla.

¿Puede el ser humano encontrar esa consistencia a la que hacía mención mi consejera? O mejor aún, ¿existe en el fútbol ese equilibrio o simplemente es un juego hijo de las inconsistencias de las conductas humanas?

Quiero decantarme por la segunda opción. Esa inestabilidad que hoy deseo reconocer se asemeja un poco a lo que realmente es este juego, porque si el fútbol es una actividad ejecutada por el hombre, entonces se hace imposible exigirle a sus protagonistas que se comporten como robots que no sienten, que no piensan y que sean indiferentes al contexto en el cual están inmersos. Eso es para mí el equilibrio, y en el fútbol es imposible conseguir semejante correlación de fuerzas sin que una de ellas sea más pesada, menos potente o simplemente ceda su espacio ante la aparición de otra influencia.

Pero mientras desde esta pequeña isla en la que he decidido recluirme le escribo sobre estas cosas poco importantes, sería bueno recordar a Platón y su alegoría de la caverna, en la que este afirmaba que “los hombres prefieren la oscuridad de sus prejuicios al resplandor de la Verdad“. El equilibrio no existe; todo es inconsistencia, tal y como anuncia mi estimada Alexandra en su consejo.
* Ignacio Benedetti.


sábado, 28 de marzo de 2015

INTERVENCIÓN DEL ENTRENADOR de Enric Soriano.



...EN EL DESARROLLO DE LA TAREA.
Por Enric Soriano.

GESTIÓN DE LOS TIEMPOS.
Llevar el tiempo de la tarea.
Gestionar las pausas, tiempos de recuperación y feedback.
Dar continuidad a la tarea: balones cerca, explicaciones claras para que no haya dudas o confusiones en el funcionamiento, etc.



EXPLICACIÓN DE LA TAREA:
Emplear el tiempo necesario en la explicación, hasta que, tanto el funcionamiento de la tarea, y tanto el por qué y para qué se hace, haya quedado claro para el jugador. Toda duda que quede se traducirá en tener que parar la tarea, disminuyendo la continuidad de la misma y la calidad del entrenamiento.
Es importante ver bien, pero más importante es que la información llegue muy bien a quién tiene que recibirla - José Mourinho.
¿Adaptamos nuestro mensaje a nuestros jugadores?

Feedback.
Dar información sobre el juego al jugador, para que tenga un conocimiento consciente de lo pretendido.
Intervenir tanto a nivel micro como a nivel macro. Hay que mejorar al jugador como al equipo.
Refuerzos positivos: que el jugador perciba desde el mensaje del entrenador cuándo ha interpretado correctamente.
Intensificar la tarea: para que haya aprendizaje, hay un mínimo de intensidad a superar.
¿Cómo vas a aprender sin concentración ni implicación?
Para generar esa intensidad, hacer tareas competitivas es una opción interesante. Dar significado al resultado.

Explicación de la tarea.
Refuerzos positivos
Feedback
Correcciones micro y macro
Intensidad en las tareas                                                         Dar informaciones oportunas y adecuadas al jugador
Competitividad para garantizar intensidad.



RESUMEN:
Todas las tareas en el papel son buenas, pero no todas salen bien, ¿por qué?
Las tareas las hacen buenas los jugadores (interpretando y provocando ciertos aspectos del juego) y los entrenadores (adaptando el diseño de las tareas a las necesidades de sus jugadores y del equipo, e interviniendo correctamente durante el funcionamiento de la misma). 

miércoles, 25 de marzo de 2015

ACEPTAR LA COMPLEJIDAD EN EL FÚTBOL.



 UNA TAREA COMPLEJA.

Por Carlota Torrents – Natalia Balagué /

Tomado del libro: El fútbol no es así. ¿Quién dijo que estaba todo inventado?
de Pedro Gómez.

La complejidad como marco teórico ha generado un interés creciente en el entrenamiento del fútbol durante la última década. Cualquier entrenador es consciente que la mejora de las capacidades condicionales de sus jugadores o incluso sus habilidades técnicas individuales no tiene  por qué mejorar necesariamente el rendimiento de su equipo. La investigación se centraba justamente en ese tipo de mejoras, mediante entrenamientos analíticos que daban muy buenos resultados en el laboratorio, pero no los suficientes en el campo.

En nuestro contexto, entrenadores tan relevantes como Paco Seirul´lo ya auguraban este cambio de enfoque en la década del 70. La neurociencia, los conceptos y herramientas de análisis surgidas de la teoría  de los sistemas dinámicos y la perspectiva de la psicología ecológica revolucionaron la investigación sobre el aprendizaje y el control motor, pero no fue hasta la década de los 90 que se estudiaron aplicaciones concretas al entrenamiento deportivo. Específicamente en fútbol, las herramientas de los sistemas complejos han ayudado en los últimos años a estudiar y desarrollar la idea del entrenamiento basado en el juego, de forma que el entrenador pueda conseguir la adaptación de parámetros fisiológicos, técnicos, tácticos mediante la propuesta de juego modificados, así como a identificar qué perturbaciones o variables son críticas para que se produzcan una transición durante el juego.

En nuestra opinión, la aceptación de que el jugador, el equipo o el club deportivo son sistemas complejos puede ayudar sobretodo a la comprensión de muchas de las problemáticas que se dan en los diferentes niveles, y especialmente a generar nuevas metodologías y dinámicas de entrenamiento, más acordes con esta naturaleza compleja.

Uno de los principios sistemáticamente ignorados por las metodologías de entrenamiento vigentes es el de la autoorganización. Los sistemas complejos encuentran soluciones eficaces y eficientes en entornos cambiantes de forma espontánea, es decir, sin precisar de programas ni órdenes externas o internas. La autoorganización explica la formación espontánea de patrones de comportamiento con muchos grados de libertad en el fútbol y por tanto la imprevisibilidad de éste. La dinámica del juego presenta constantes transiciones entre estados estables e inestables que emergen de la interacción entre componentes propios de los jugadores, del entorno y de la competición o situación concreta de juego.

Por esta razón es necesario comprender las reglas que rigen la naturaleza no lineal de dicha interacción. Los componentes internos hacen referencia al genotipo y fenotipo de los jugadores, incluyendo sus motivaciones o estado emocional; las variaciones del entorno se refieren a la política del club, a las relaciones familiares, a la climatología…; y las del juego se refieren al comportamiento del adversario, al reglamento, al material utilizado, las medidas del espacio de juego, el número de jugadores… El objetivo del juego será justamente identificar y manipular críticamente determinados componentes para romper la estabilidad de la relación entre los equipos oponentes y que así emerjan situaciones de juego donde el equipo con posesión pueda finalizar. Algunos de estos conceptos se han asumido con facilidad, puesto que son altamente intuitivos y fácilmente observables. No obstante, la comprensión de los principios que rigen la dinámica compleja del juego y su correlación a diferentes escalas es necesaria para intervenir de forma efectiva y tomar decisiones adecuadas en cada momento.  

La consecución de una nueva adaptación, la adquisición de una nueva habilidad técnica o el desarrollo de un modelo táctico de juego en un equipo se explica por dichos procesos de interacción dinámica correlacionados a diferentes escalas (desde la individual a la grupal).
Es decir, la interacción, de naturaleza cambiante, entre los diferentes sistemas de un organismo (nervioso, muscular, cardiovascular, etc) produce la emergencia del comportamiento a nivel individual; la interacción entre los diferentes jugadores produce la emergencia del juego colectivo y a su vez modificará el comportamiento individual;  este mecanismo se reproduce en la interacción entre el equipo y el entrenador, la interacción entre el equipo y el club, entre el club y la afición, etc.

Los principios coordinativos que explican dichas dinámicas son poco conocidos y estudiados, por lo que la perspectiva dominante sigue siendo excesivamente reduccionista.
Los progresos de los sistemas complejos no son lineales, sino que, fruto del proceso de autoorganización, se dan de forma espontánea y como consecuencia de la práctica realizada en situaciones únicas caracterizadas por entornos internos y externos que nunca se reproducen. Tal y como se ha demostrado en múltiples estudios relacionados con la motricidad humana, para que una nueva organización sea estable (por ejemplo que los jugadores ocupen una zona que normalmente descuidan durante el juego o que una habilidad técnica se ejecute eficientemente) necesariamente se pasará por una zona de inestabilidad. Cualquier deportista ha vivido como el aprendizaje de una habilidad no  lineal, es decir, no sale cada día un poco mejor, sino que la intención del cambio suele suponer un empeoramiento  de esa habilidad.

Espontáneamente, un día emerge una organización más eficiente, pero será necesario practicar para que un nuevo patrón de comportamiento se estabilice (y no automatice, ya que ese comportamiento deberá ser suficientemente flexible como para que se adapte a situaciones diferentes a las del entrenamiento). La inestabilidad es por tanto una fase necesaria para que un sistema transite hacia estados más eficaces, y encuentre nuevas formas de organización. No obstante, la presión que tienen los clubes deportivos para que su equipo siempre  responda como se espera imposibilita que los entrenadores o los propios jugadores asuman esta característica de los sistemas complejos y se arriesguen a desestabilizar el sistema para encontrar nuevas formas de organización más efectivas (por ejemplo, aplicando nuevas metodologías de entrenamiento). Según los principios de la complejidad, ningún equipo podrá progresar nunca linealmente, y para que se produzca realmente un cambio, serán necesario fases de inestabilidad y por tanto de un juego quizás menos efectivo o más variable.

Trasladado a las situaciones de entrenamiento, los entrenadores tienden a proponer modificaciones del juego para entrenar esta o aquella problemática que tienen sus jugadores con la idea de practicar en situaciones lo más próximas posibles al juego real. Sería lo que habitualmente se denomina entrenamiento integrado o entrenar mediante juegos reducidos. A pesar de estas propuestas colaboran en gran parte con lo que aquí proponemos, no acaban de tener en cuenta la naturaleza compleja del jugador y  del juego, ya que asumen una integración sumatoria y lineal (si quiero entrenar un modelo de juego, diseño tareas en las que se necesite jugar con ese modelo, asumiendo que eso provocará que luego se dé en la competición de forma proporcional, lo que no deja de ser una forma de programar el juego).

Pero para favorecer la emergencia de nuevos comportamientos que puedan sorprender al rival, quizás es necesario desestabilizar los patrones habituales de los jugadores, de forma que el contexto les ayude a encontrar nuevas soluciones. La integración se entiende aquí como dinámica y no lineal, es decir, se acepta que puedan emerger comportamientos diferentes a los que se han practicado específicamente debido a la interacción entre todos ellos o que la estabilidad emerja a partir de la práctica en situaciones de inestabilidad gracias a la propuesta de contextos cambiantes. No obstante, para ser efectiva, la variabilidad no será aleatoria ni tampoco excesivamente regular, como ocurre con las clásicas repeticiones de series y ejercicios del entrenamiento deportivo clásico.

En ese contexto, probablemente el juego será menos eficiente e inestable, pero el entrenamiento habrá ayudado a mejorar la adaptabilidad del sistema (ya sea el jugador o el equipo). Un ejemplo que todos conocemos que ilustra esta afirmación es el de la especialización temprana. Cuando en la iniciación, a los niños se les especializa en una posición, o incluso en un deporte demasiado pronto, consiguen ser más eficaces que los compañeros de su edad en esa posición, pero eso no suele colaborar con que se conviertan en jugadores adultos versátiles y adaptables a contextos y equipos con necesidades cambiantes. Este proceso no es solo importante durante la infancia, sino en todas las etapas del jugador. A una escala superior, cuando un equipo no tiene resultados, se cambia al entrenador.
Muchas veces ese cambio realmente produce un cambio en el comportamiento colectivo, fruto de las relaciones no lineales que se establecen (simplemente un cambio socioafectivo puede provocar un cambio global del comportamiento del equipo), pero seguramente hay muchos otros cambios que pueden proponerse para que el equipo se desestabilice y pueda emerger un nuevo comportamiento colectivo.   

Consideramos que las propuestas metodológicas surgidas de la investigación son aún escasas y que en los próximos años veremos cómo proliferan muchas otras desde diferentes laboratorios, y posiblemente muchas de ellas se estudiarán también en otros deportes. No obstante, para que el fútbol siga desarrollándose como deporte se precisa formar a jugadores y equipos más eficaces y eficientes, y también se necesita la aceptación y la comprensión de los principios de complejidad que explican cómo se producen los cambios y adaptaciones tanto a nivel individual como grupal. 

martes, 24 de marzo de 2015

LA METODOLOGÍA SISTÉMICA DE ENTRENAMIENTO



CON ROBERT TEJERO PASTOR
Enviado porcarla.

Sobre Robert Tejero Pastor
Es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Lleida, máster en Alto Rendimiento en Deportes Colectivos por el INEFC de Barcelona, máster en Alto Rendimiento y Salud por la Universidad Miguel Hernández, donde a su vez es doctorando; y así mismo es entrenador nacional de fútbol.

Alto Rendimiento: -Desde tu experiencia en el fútbol, ¿cuál crees que es la evolución que ha vivido este deporte? y sobre todo ¿cuáles son los factores actuales del rendimiento?
Robert Tejero: -El fútbol la verdad es que está evolucionando muchísimo en los nuevos sistemas de entrenamiento, las nuevas teorías que van apareciendo, se está observando una progresión muy considerable, apareciendo nuevas filosofías de trabajo, nuevos estilos y modelos de entrenamiento que están haciendo que el fútbol experimente una evolución importantísima que hasta la fecha creo que no estaba sucediendo. Una de las claves que tiene ahora mismo el fútbol se está consiguiendo con la metodología de entrenamiento. Creo que las nuevas investigaciones, el conocimiento que se está abriendo a través de ciencias como pueden ser pensamientos sistémicos y este tipo de filosofías del pensamiento, creo que están haciendo que factores como son las interacciones, como son los patrones, como son las sinergias entre los jugadores estén cogiendo una importancia muy importante y se esté estudiando y apareciendo modelos de juego y modelos de interacción muy asociativos que muchos entrenadores están en boba ahora intentando imitar e intentado trabajar.


Alto Rendimiento: -Robert ¿Cuáles serían entonces los fundamentos rectores de esta metodología sistémica?
Robert Tejero: -Los fundamentos sobre todo hay varios porque ceñirnos a un único factor sería casi impensable. Primero de todo debemos de pensar en complejidad, y complejidad significa no centrarnos en una sola cosa sino atender a muchas. Por lo tanto factores importantes son la interacción, son las sinergias, son la organización, es el modelo ecológico del equipo, es la adaptabilidad, es la flexibilidad del equipo, las fluctuaciones que producen dentro del mismo equipo durante el aprendizaje. Creo que son unos de los factores importantísimos dentro de las metodologías de trabajo.
Alto Rendimiento: -Para que nuestros oyentes nos puedan ir comprendiendo conforme avanzamos en la entrevista. ¿Nos podrías explicar con brevedad que sería esto de los sistemas dinámicos y de la complejidad?
Robert Tejero: -Sí muy bien. Un sistema se rige por diferentes estructuras que van evolucionando en direcciones, o, en una tendencia hacia aquellos comportamientos que nosotros queremos que emerjan. Entonces, la complejidad de un sistema radica en todas esas estructuras que lo forman, que no son únicas como bien hemos dicho antes y empezamos a ver las cosas de manera diferente no tan simplificada sino desde su conjunto, desde el todo que ahora esta muy de moda, el llamar el todo, intentar extraer situaciones de juego para que un entrenador nos pueda entender sería extraer situaciones de juego donde este el todo que al final pues sería lo que es la realidad del juego, que esté presente pues su reglas, su lógica del propio juego, que estén todas las situaciones tanto de ataque como de defensa y sus transiciones, serían ejercicios englobados a eso y ahí dentro entraría lo que es la complejidad de todo el juego y mas o menos podríamos regirnos por todo el pensamiento complejo y no centrarnos solo en un aspecto en concreto como pueda ser el físico o a nivel condicional o solo en el psicológico sino que todas las estructuras están presentes, van evolucionando entre ellas hacia lo que el entrenador quiere o pretende que su equipo  a nivel conductual represente en el campo.

Alto Rendimiento: -Esto último que has dicho es lo que en literatura se empieza a conocer como situaciones fractales de juego.
Robert Tejero: -Correcto eso es la fractalidad que esto está dentro del pensamiento complejo y dentro de lo que son los sistemas dinámicos, la fractalidad son aquellas situaciones que para que la gente lo entienda sería por ejemplo si nosotros cogemos lo que es una rama de un árbol y vamos simplificando o vamos arrancando o quitando, desmenuzando ramas cada vez más pequeñas vemos que todas representan y tienen la mismas estructura. Entonces lo que podría representar el objeto o la rama que estamos arrancando siempre tiene unos patrones que se reproducen aunque nosotros vayamos quitando pedazos de esa rama. Otro ejemplo muy claro podría ser también en una coliflor. Nosotros podríamos ir quitando pedazos de la coliflor pero, al final, siempre esos pedazos se parecen al anterior que hemos quitado. Pero siempre es una coliflor, no deja de ser el vegetal. Entonces, la fractalidad es eso: intentar extraer esas situaciones del juego pero que siempre sea un juego y sea un juego real y tienen la similitud con lo es o lo que va a ser el juego propio del fútbol, en este caso, o del deporte.

Alto Rendimiento: -Entonces, Robert, ¿qué objetivos se pretenden, se persiguen, desde el entrenamiento con esta metodología sistémica?
Robert Tejero: -Sobre todo lo que se busca es un equipo o intentar conducir al equipo hacia conductas que sean creativas, que el equipo sea flexible ante las situaciones que le plantee el rival, que sea capaz de autoorganizarse en función de sus patrones de juego. Sus patrones de juego serían aquellas conductas que se reproducen o que el entrenador debería de reproducir durante los partidos intentando imponer su modelo de juego, intentado  que el equipo se organice al entorno que le presenta el rival y sea creativo. Y, al final, pues su organización vaya creando fluctuaciones, que fluctuaciones se refiere a esos momentos, altibajos podríamos decir, que al final lo que producen es que el equipo vaya adaptándose a lo que el rival le va presentando y, al final, sea flexible y adaptable, se autoorganice y emerja todo aquello que el entrenador o todo aquello que los jugadores y el equipo sean capaces de presentar o de responder ante el equipo rival.

Alto Rendimiento: -Robert, ¿cuáles son los contenidos de entrenamiento que van a permitir esta autoorganización del equipo y este modelaje o esta adquisición de unos patrones de comportamiento?
Robert Tejero: -Pues, mira, primero que todo contenidos claros que tiene que haber y que tiene que entender el equipo. Hay que entender las interacciones entre los jugadores y el entrenador tiene que conocer muy bien cómo se relacionan entre ellos. Creo que un error de muchos entrenadores es pensar que el fútbol son acciones y el fútbol son interacciones. Un ejemplo muy claro lo podemos tener en que dos jugadores juntos, si los juntamos, a nivel individual pueden ser muy buenos pero, si los juntamos, van a ser peores o mejores que a nivel individual pero nunca van a ser iguales que a la suma de los dos. Por lo tanto, un primer concepto o un primer contenido que debería de tener en cuenta el entrenador es la interacción. Otro concepto que debe de tener claro es el entorno que se le presente a ese grupo de jugadores o a ese equipo.

 Entonces, el entorno se debe de estudiar bien, se tiene que presentar para que realmente acontezcan aquellas situaciones que queremos que se reproduzcan o que pasen el día del partido. Entonces, eso es muy importante. Y luego también a nivel emocional debe de haber unos contenidos prefijados para que el equipo… Hay que pensar que, si al final intentamos imponer una manera en que emocionalmente los jugadores no se vean identificados, el sistema va a ser imposible de intentar instaurarlo dentro de lo que es el modelo de juego. Por lo tanto, a nivel emocional, a nivel ecológico del entendimiento del entorno y, a nivel de las interacciones, creo que son tres contenidos que deben estar muy presentes. Y luego, sobre todo las fluctuaciones. Las fluctuaciones en lo que es el sistema antiguo o en una manera más analítica o más simplificada de observar el juego, podrían ser lo que llamamos los errores. Fluctuaciones son necesarias, que son la aparición de errores, digámoslo así, en una terminología más antigua para que nos entiendan. Entonces, creo que es un contenido también importantísimo dentro de este tipo de metodología para cualquier entrenador: que entienda que un equipo se tiene que equivocar pero porque se está adaptando a una manera de jugar y a una manera de solucionar un tipo de comportamiento rival.

Alto Rendimiento: -A la práctica, ¿cómo es el diseño de tareas desde esta metodología y que nos van a permitir la adquisición de todos estos patrones de comportamiento, esta autoorganización, estas fluctuaciones, estas interacciones entre los jugadores que configuran el equipo? ¿Cómo se diseñan estas tareas?
Robert Tejero: -El diseño de las tareas no es fácil, sobre todo porque el entrenador o el cuerpo técnico deben de entender muy bien lo que es el juego. El juego de su deporte, en este caso del fútbol, hay que entender toda su lógica, hay que entender qué es lo que se pretende y hay que leer bien lo que son los jugadores que tenemos. A partir de ahí, de un buen entendimiento, hay que analizar bien el equipo, hay que analizar cómo se relacionan esos jugadores entre ellos y en qué espacios lo hacen y, a partir de ahí, hay que hacer un buen diseño de todas esas actividades y todos aquellos ejercicios que se parezcan lo máximo posible a lo que pase el próximo partido. Intentar reproducir, en la medida de lo posible y ajustándose lo máximo posible a lo que el entrenador quiere que sus jugadores representen en el próximo partido. Entonces, un buen entendimiento y un buen diseño de las actividades, centrándose en aquello que se persigue, va a ser fundamental en el diseño de estos ejercicios.

Alto Rendimiento: -Este modelo de juego o estas pautas globales de comportamiento e interacción, ¿tú crees que partiendo de los jugadores se crean las pautas de comportamiento o el modelo de juego? ¿O es en primer lugar este modelo de juego independientemente de los jugadores con los que contemos?
Robert Tejero: -Está claro que siempre hay una idea inicial de lo que se pretende y, cuando se ficha un entrenador o cuando se ficha un cuerpo técnico, se intenta seguir una filosofía de trabajo y se intenta que se instaure un modelo de juego característico. Es el caso del Barça. Cuando se ficha un entrenador para lo que es una entidad como el Barça, se sabe muy bien qué tipo de entrenador se quiere porque se sabe a qué se quiere jugar. Otra gran verdad: que no todos  tenemos los mismos condicionantes o los mismos jugadores que pueden tener entidades como estas. Entonces, muchas veces lo que hay que entender es que el entrenador está a disposición de los jugadores y no al revés. no son los jugadores los que están a disposición del entrenador. Por lo tanto, el entrenador debe adaptarse a la tipología de jugadores y adaptar su modelo de juego para que las interacciones entre los jugadores sean lo más óptimas posible. Por lo tanto, creo que primero hay que ver qué tipo de jugadores tenemos y luego plantear el modelo de juego. Pero primero para eso hay que observar y entender el fútbol, como te he dicho antes. Teniendo en cuenta esto que has dicho, y una vez ya el entrenador tiene definido en su cabeza el modelo de juego óptimo en relación a los jugadores con los que dispone, ¿cómo se tienen que empezar a desmenuzar estos contenidos tácticos, estos patrones, para ir creando poco a poco este modelo de juego?

Robert Tejero: -Primero de todo hay que saber los contenidos a trabajar o los principios de juego a trabajar; qué se pretende y qué se ha observado en primera instancia, pensando que esos primeros principios que se van a diseñar, posiblemente muchos de ellos sean una equivocación por un mal planteamiento o por una mala observación o entendimiento. Creo que en todos los entrenadores, en el principio de la creación de un modelo de juego, pasa. Entonces, lo que es la creación de los principios de juego va a ser fundamental para que ese modelo de juego se instaure. Primero de todo hay que simplificar las actividades al máximo posible buscando acciones simplificadas. Por ejemplo, situaciones de uno contra uno donde aparezcan ya esos principios que luego tienen que aparecer en principios mucho más globales y, a partir de ahí, ir instaurando, ir sumando pequeñas porciones de ese trabajo hasta que, siguiendo el ejemplo anterior, si nos sucediera, formáramos lo que es el árbol y toda su ramificación y, al final, sea el árbol, que sería el modelo de juego, para que nuestros oyentes nos entiendan.

Alto Rendimiento: -Ya para terminar, Robert, desde esta perspectiva, desde este enfoque, desde esta nueva metodología sistémica, ¿cómo se realiza lo que es el control de las cargas de entrenamiento y de competición, tanto en términos de intensidad como de exigencia?
Robert Tejero: -Es verdad que ahora mismo, en cuanto a lo que es cuantificación, valoración, hay un vacío bastante grande. Hay que pensar que esta metodología es bastante reciente. Se está investigando muchísimo sobre ello pero es verdad que hay poca información acerca de esto. Y la intensidad, el mesurar la intensidad, a partir de esto va a ser complicado. Es complicado pero se puede. Hay que tener un buen control y una buena tecnología y, a partir de ahí, empezar a cuantificar y a valorar. Pero, sobre todo, lo más importante creo que va a ser una buena observación de lo que son las interacciones de los jugadores y observar de qué manera se reproducen. Luego hay que pensar que la intensidad siempre tiene que ser la máxima relativa de cada jugador, la que pueda soportar en ese momento y diseñando bien lo que son las cargas de trabajo. Esto va a ser muy importante. 

lunes, 23 de marzo de 2015

SEIRUL.LO Y GUARDIOLA, OTRA FORMA DE ENTENDER LA PREPARACIÓN FÍSICA.



Matías Manna 
Pep Guardiola tiene en su despacho un recorte de un diálogo entre el preparador físico Paco Seirul.lo y Ángel Cappa publicado en Marca. El título es: "La preparación física no existe".

En tiempos de pretemporada y mientras por las latitudes desde dónde se publican estas líneas, es habitual el despertar a las 6.30 de la mañana para llevar a los jugadores al gimnasio (en verano), el triple turno y se trabaja mucho el esfuerzo físico, es bueno observar desde dónde se para el paradigma Guardiola para justificar su pensamiento relacionado a la preparación física.

Guardiola marcando diferencias entre los métodos de entrenamiento entre el fútbol español y el italiano, sostuvo: "son muy distintos. En España está integrado con la pelota mientras que en Italia la preparación física está separada. Y les hacen trabajar mucho el sufrimiento mental en el esfuerzo físico: eso de continuar y continuar... Pero yo, por muchas series de 600 metros o de 800, no me encontraba mejor físicamente".

Algunas frases que exhiben el pensamiento de Paco Seirul.lo:
"Creo que es imposible, como se pretende, que en un mes de entrenamiento se llene el tanque de un futbolista para toda la temporada. Imposible. Y los preparadores tenemos que flagelarnos porque le dimos demasiada importancia a la pretemporada".

"Hacer entrenamiento triples durante toda una semana es malo para los jugadores. Sólo consigues fatigarlos y que lo estén pagando durante los primeros cinco partidos de Liga. Para mí es mejor prepararse para el primero. Exclusivamente. Y luego para el segundo. No se puede realizar una pretemporada entrenando dos semanas seguidas en tres turnos sin tocar el balón. Perjudica y no es útil".

"Si quieres jugar con calidad y rendir a gran nivel, debes trabajar cualitativamente y para hacerlo no debes cargar cantidades de entrenamiento".

"El éxito de un equipo, insisto, radica en que confluyan en él energías positivas de todos los ámbitos. No sólo cuenta la preparación física o táctica, también la aportación de directivos, periodistas, aficionados... Cuando confluyen los valores individuales con los colectivos, hay un progreso. De lo contrario, no se sigue por el buen camino".

Prólogo de Paco Seirul.lo del libro de Oscar Cano sobre el modelo de juego del Barcelona.

Durante los últimos treinta años de mi vida, he buscado incesantemente lo que podíamos llamar una nueva, o al menos diferente, teoría de entrenamiento, que explique, describa y conforme, el entrenamiento específico para los deportes llamados de equipo, y que fuera realmente distinta de la Teoría General de Entrenamiento.
Poco a poco, hemos ido logrando algo partiendo de estudiar la génesis de formación de esa teoría general, que ha fundamentado su desarrollo en la investigación y práctica de los deportes individuales, especialmente del atletismo y la halterofilia, tomando un gran impulso a partir de los años 50 del pasado siglo.

Tenemos que tener presente que, hasta los años 70, la materia de estudio Teoría General de Entrenamiento no existía como asignatura en los estudios de la licenciatura de Educación Física y Deportes, ni en los planes de estudios de las Escuelas de Entrenadores de los distintos deportes de nuestro país.

Durante este tiempo, de elaboración y aplicación de modelos preconizados por la Teoría General, hemos identificado múltiples conflictos para su completa utilización en el entrenamiento de los deportes de equipo, lo que nos ha proporcionado mayor interés en poder conformar una Teoría Especial.

Para ello, nos hemos valido del aporte de las ciencias que han tratado de aumentar el acervo de conocimientos que sobre la complejidad de lo humano se ha logrado en el último tercio del pasado siglo.

Estos conocimientos, nos han llevado a concluir que las llamadas “ciencias de la complejidad” aportan los utensilios científicos suficientemente válidos para intervenir en la comprensión de todo tipo de acontecimientos que aparecen en la práctica de los deportes de equipo.

Gracias a ellos, logramos obtener ciertas premisas aplicables al estudio e implantación de métodos de entrenamiento que proporcionen conocimiento y niveles óptimos en la práctica de los deportes de equipo.

Estas premisas se concretan en:
El paradigma clásico no es válido para identificar las estructuras interactivas de los juegos que por su dinamismo sólo pueden ser identificadas por el paradigma de la complejidad.

Aunque pueda conformarse una teoría especial para todos los deportes de equipo, cada deporte debe proponer y desarrollar elementos específicos dentro de éste ámbito, pero ajustadas y compatibles con la especificidad con que cada reglamento permite desarrollar el juego.

Para el estudio de todos los deportes de equipo, hemos de centrarnos en la persona del deportista, en cómo aquellos criterios específicos de su deporte
comprometen a su naturaleza humana, lo que, sin duda, nos aboca a la necesidad de elaborar conocimiento sobre el deportista tanto o más que en el deporte que practica.

Que cualquier medio o sistema específico de entrenamiento debe ajustarse a las condiciones de complejidad implícitas en la información e interacciones aparecidas durante la competición, entre los jugadores, medio y objeto implicados en la práctica.

Cualquiera de los medios y tecnología de evaluación del rendimiento, tienen que focalizarse en los aspectos cualitativos específicos, y no en los cuantitativos, que son propios de la teoría general, sin olvidar nunca el carácter particular y eventual de esas informaciones.

Y la necesidad de proponer guías para la planificación del entrenamiento, que atiendan a las necesidades de la competición, tanto como a la preservación de la vida deportiva de los jugadores.

CON LA FUERZA DE VOLUNTAD NO BASTA por Patricia Ramírez



ES LA RECTA FINAL PARA TODO Y PARA TODOS / Patricia Ramírez  
Psicóloga del deporte y conferenciante

Es la recta final para todo y para todos. Equipos que buscan la permanencia, equipos que buscan meterse en Europa, los que luchan por ascender a otra categoría, deportistas que después de la una larga temporada se enfrentan a europeos, mundiales y otras competiciones, estudiantes con sus parciales, finales y sus meses infernales de junio, fechas límite para entregar o finalizar proyectos.

Los meses de mayo y junio desquician a más de uno. Y más de uno intenta tocar todas las teclas, a ver si alguna suena. Se apela a todo: echar cojones, tener ambición, competir con coraje, sacar la garra, usar de forma inteligente la cabeza... y por encima de todo, saber hacer las cosas.

Muchas veces he dicho en mis charlas que la psicología del deporte no tiene cabida si previamente no existe un talento determinante, un entrenador que dé sentido y orden al juego y un preparador físico que entrene de forma que los jugadores aguanten todo el partido. ¿Por qué me pongo la última de la fila? Porque tirar de actitud, ambición y otras variables psicológicas cuando el jugador o el estudiante no saben qué tiene que hacer y no son capaces de aguantar físicamente, es pedirle peras al olmo. No nos engañemos.

La actitud es determinante cuando competimos en igualdad o en condiciones similares. La actitud te hace madurar, ser responsable, sentirte a gusto con tus resultados porque sabes que lo has dado todo. Pero la actitud, sólo la actitud, no es suficiente. Está clarísimo: ¿Se imaginan a once jugadores, muy concentrados, con mucha actitud, con más cojones que el caballo de Espartero... pero sin tener una idea clara de lo que tienen que hacer en el campo? Sería como correr como pollos sin cabeza.

Así que si eres de los que en estos meses tienes la oportunidad de conseguir todavía algo, sigue estos consejos.
PRIMERO... Y PRIMERÍSIMO. Ten claro lo que tienes que hacer. Tener las ideas claras te aporta seguridad y confianza. Si tu juego, tu deporte, tu examen... dependen de alguien que dirige el cotarro... pregunta lo que no tengas claro. Tienes derecho a saber qué tienes que hacer. Resuelve tus dudas y no tengas miedo al "qué pensarán de mí si pregunto". Que piensen lo que quieran, tú a lo tuyo y resuelve lo que no tengas claro.
No siempre tendrás la suerte de estar dirigido por alguien competente. Así que si tu líder no es capaz de decirte de forma clara qué espera de ti, qué tienes que entregar o sencillamente lo que tienes que hacer, busca ayuda en el grupo o en cualquier otra fuente de información. Porque será muy difícil que entregues ese trabajo si no sabes lo que se espera de ti, o que hagas algo que no sabes lo que es. PREGUNTA HASTA QUE TE QUEDE CLARO.

Si por el contario tú eres el LÍDER del grupo del que esperas unos resultados, por favor cerciórate de que lo han entendido. Expresa tus ideas de forma clara y COHERENTE. Aunque tú tengas las ideas muy definidas en tu cabeza puede ser que las personas a las que diriges no las tengan tan claras como tú. PREGÚNTALES. Pero pregunta con respeto, interesándote, no para comprobar con ironía el nivel de inteligencia de tu grupo.
Si por algún motivo estás bloqueado como director de orquesta, déjate aconsejar. El grupo está para ayudar, para aportar ideas, pide ayuda a los que te rodean. Seguro que se sentirán importantes si les haces partícipes de tus decisiones y propuestas.

SEGUNDO. Ahora que ya sabes lo que tienes que hacer busca cómo motivarte, aquello que te enchufe hasta conseguir tu objetivo. Se trata de sacar esa fuerza interior que te lleve a ser capaz de luchar por todo. Las personas tenemos una reserva, un depósito EMOCIONAL del que podemos tirar cuando lo necesitamos. Son las emociones las que nos hacen sentir vivos, las que nos dan esas alas para volar en los momentos en los que más lo necesitamos.
Para ello tienes que buscar lo que te motiva: música, pensar en el resultado final cuando entregues lo que tienes pendiente, verte como licenciado, o conduciendo tu propio coche cuando te saques el carné, o celebrando un título, una medalla, un ascenso o esa preciada permanencia. Visualiza ese momento, con sus emociones, con los abrazos, con el sentimiento de orgullo, sabiendo lo que te ha costado y lo que has invertido. Vivir el lugar al que quieres llegar, saber que llegar depende en gran parte de ti, es un potente motivador. Piensa también en las personas queridas a las que vas a hacer feliz, cómo te mirarán y el abrazo apretado que vas a recibir.

Busca vídeos que saquen esa fuerza de ti, personas que fueron capaces de superar esos momentos duros. Imítales, tú también eres capaz. Si no has vivido la experiencia de estar alguna vez al límite, vive y empatiza con la experiencia de otros. Es otra forma de aprendizaje. Ellos han podido, tú también.
Busca tu motor, no tiene por qué coincidir con lo que motiva a otros. Cada uno tiene el suyo, pero por lo menos uno tienes que tener. El motor es ese empujón en el PREPARADOS, LISTOS, YA.

TERCERO. Ahora que ya sabes lo que tienes que hacer y lo que necesitas sentir, ahora es cuando puedes tirar de la actitud, de tu fuerza de voluntad o los famosos órganos masculinos "cojones"... que por cierto deben estar hasta las narices de ser utilizados con este fin. Es el momento de actuar. Deja de postergar, nadie lo va a hacer por ti. Deja de buscar excusas, tarde o temprano te tendrás que enfrentar. Deja de no responsabilizarte porque eres el único que puede iniciar y acabar tu objetivo. Puede que sea aburrido, difícil, tedioso, coñazo, pero es el tuyo y seguro que sirve para algo. PONTE, YA. Darle vueltas no te hará encontrar el camino fácil, acertar los números de la lotería o atraer la suerte. Darle vueltas y rumiar lleva al final a incrementar la ansiedad con la situación, a sentirte mal contigo mismo por perder el tiempo, pero no lleva a las soluciones.

Ya lo hemos hablado en otras ocasiones o artículos. El diablito es muy capullo, se las sabe todas, tiene un hilo argumental increíble. Lleva toda su vida entrenándose para convencerte de lo que no te conviene. NO LE ESCUCHES. SOLO TIENES QUE DECIR "CARTUCHO, CARTUCHO, QUE NO TE ESCUCHO" Y ACTUAR.

CUARTO. Planifica. Pon fecha de inicio, fecha de finalización y describe por escrito todo lo que tienes que hacer. Lo que pones por escrito aumenta el compromiso con lo que tienes que hacer. Trata de escribir la HISTORIA A TU MANERA, porque así la condicionas.

Escribe:
QUÉ quieres hacer.
POR QUÉ lo quieres hacer.
CON QUÉ recursos dispones.
ACTÚA. Ponte en marcha. Nadie más lo va a hacer por ti.

Y por último te dejo unas frases motivacionales. Utiliza las que más te gusten, a diario, repítela y deja que te empuje.
1. Puedo con este desafío.
2. Si yo lo deseo, no hay límite que valga.
3. La única batalla que se pierde es la que se abandona.
4. Yo me esfuerzo para alcanzarlo todo.
5. Sin techo, sin límites.
6. La satisfacción de saber que lo he dado todo.
7. El poder está en el presente. Es un error pensar que tengo tiempo.
8. Perseverar hasta el triunfo final.
9. Da todo lo que tengas en todo lo que hagas.
10. La diferencia entre la excelencia y la mediocridad está en tu nivel de entrega.

VA, VA, VA... EN GRAN PARTE "TIENES LO QUE TE MERECES".
Seguir a Patricia Ramírez en Twitter: www.twitter.com/Patri_Psicologa


domingo, 22 de marzo de 2015

EL PARTIDO ME HA GUSTADO, SOBRE TODO EL RESULTADO.Luis Enrique.



Luis Enrique y los jugadores no quieren dar la Liga por sentenciada
Rakitic: “Queda mucho, aún no hemos ganado nada”.

LUIS MARTÍN Barcelona/

Luis Enrique controla el balón en el área técnica. / LLUIS GENE (AFP)
Mientras la afición que llenó el Camp Nou volvía a casa feliz y contenta, Luis Enrique confesaba su satisfacción por haberle ganado su primer partido al Madrid como entrenador. Mientras tanto, también, un centenar de aficionados se acercaba a Canaletas para festejarlo. Celebraban la victoria y quién sabe si algo más. Por si acaso, los azulgrana ponían los puntos sobre las íes: “Está claro que ha sido una semana muy bonita, con la clasificación de la Champions y la victoria ante el Madrid, pero todavía queda mucho, aún no hemos ganado nada. Queda mucho y tenemos que seguir trabajando, vamos a dejárnoslo todo en el campo”, dijo Rakitic.


Muy cerca de donde hablaba el croata uno de los héroes del encuentro, el uruguayo Luis Suárez, metido en el estudio de Barça TV, la tele oficial del club, reconocía el valor del tanto que decidió el encuentro, el segundo, cuya autoría firma: “Sí, por ahora es mi gol más importante. Tiene un significado extra contra el rival más duro y en un momento importante para el equipo”. Y asumía que, dentro del área, “mejor no pensar mucho al chutar, si no hubiese hecho el control bien hubiese sido difícil el remate. Dani vio justo la jugada. Yo hice el movimiento y él supo que tenía que actuar rápido. Intenté cruzarla lo más lejos posible”. Y allí no llegó Casillas.

“Para eso pagamos lo que pagamos por tener a Luis Suárez”, cuenta el técnico azulgrana
Un gol que vale tres puntos, pero supone, y Suárez bien lo sabe, algo más. Como su juego que en este equipo se valora más allá del gol. Y así lo dijo ayer, otra vez, Luis Enrique, su entrenador, que se acordó de Zubizarreta al reseñar que fue una apuesta de la anterior dirección técnica. “Para eso pagamos lo que pagamos por Luis. Es un jugador determinante, estamos contentos con él desde que llegó”, añadió el asturiano al valorar a Suárez.

“Intento ayudar en muchas ocasiones, como cuando hago el movimiento y no me dan la pelota, aún así estoy contento, sé que abro espacios para otros compañeros”. Desveló que Piqué le dijo que metería 20 goles este curso y en ello está: “Si uno no se compromete a hacerlos, no salen 16 ó 17. Yo trataré de hacer el máximo número de goles posibles. No me quiero poner una cifra”.

“El futbol es todo, no es sólo posesión. Pero respetamos el modelo”, reivindica Mascherano.

Iniesta admitió que durante el partido hubo fases de todo tipo: “Ellos han controlado, luego nosotros, ellos tuvieron sus oportunidades, nosotros también. Ha sido un partido entre dos grandes equipos. En la medida de lo posible lo hemos tratado de controlar, pero a veces es difícil cuando tienes un rival de tanto nivel”.
En ese sentido, terció Luis Enrique: “El planteamiento era el mismo en la primera que en la segunda parte, pero en la primera nos ha costado presionar. En la segunda hemos empezado mejor y el 2-1 nos ha dado mucha tranquilidad y hemos buscado más jugadores entre líneas siempre con la dificultad que implica jugar contra el Madrid”.
 Reconoció que se vio un duelo muy intenso “entre los dos mejores equipos del mundo”, que la grandeza del rival “da mayor valor a la victoria” y descartó que la Liga haya quedado sentenciada: “La victoria no es decisiva”, dijo antes de elogiar a sus hombres: “Han sabido sufrir y disfrutar. Pudimos marcar algún gol más, pero es cierto que el Madrid también”. Y cerró diciendo: “Estoy contento del Barça que estoy viendo. Me ha gustado el partido, sobre todo por el resultado”.

“Un equipo como el Madrid te lleva al límite, por la calidad y porque físicamente son muy fuertes. El equipo hizo un desgaste importante, veníamos de un partido el miércoles, pero lo hemos podido resolver bien”, resumió Mascherano. El jugador argentino reconoció: “El Madrid terminó la primera parte mejor que nosotros; en la segunda pudimos jugar el tipo de partido que a nosotros nos beneficia”.

“El fútbol es todo, no es sólo posesión. Este club siempre se ha caracterizado por tener un modelo y lo respetamos, pero el fútbol tiene muchas fases, no sólo consiste en tener la pelota, también en presionar cuando hay que presionar, sufrir cuando hay que sufrir o usar la estrategia, un aspecto que nos está dando muchos beneficios a lo largo de esta temporada”, dijo El Jefecito. Tras explicar su pique con Ronaldo —“le hice la falta para cortar, pero él se enojaba y no era para tanto”—, aseguró que para terminar la Liga “falta una eternidad” y añadió que teniendo en cuenta que queda la Champions “sería un error bajar ahora el pie del acelerador”.

Y terciaba Suárez: “En la liga nunca se sabe lo que puede pasar. Sabemos, además, que en medio de los partidos de Champions tenemos los partidos de Liga contra el Sevilla o el Valencia, que son rivales destacados de la Liga”. “Estamos felices porque estamos en los tres frentes. Quedan muchos puntos, debemos seguir de la misma manera. Seguir como esta semana. Con tensión máxima”, cerraba Bravo, otro de los futbolistas destacados del Barça, por sus paradas: “El portero está para eso, para intervenir cuando el equipo no lo está pasando tan bien”.

Me tocó actuar en momentos puntuales. Espero que no sea el mejor partido, trabajo para que el próximo partido sea el mejor.

Es inmejorable pero es ahora cuando no tenemos que relajarlos. Y estar con la tensión más fuerte que nunca. Estamos felices porque estamos en los tres frentes. Quedan muchos puntos, debemos seguir de la misma manera. Seguir como esta semana. Con tensión máxima.


LIMITACIONES AL TRABAJAR EL MODELO DE JUEGO Y LA ESTRATEGIA OPERATIVA.



por IGNACIO DORADO 

 En las últimas décadas hemos visto cómo los conceptos de fútbol y entrenamiento han ido evolucionando sin cesar. El juego y su conocimiento han cobrado una gran importancia que tiempo atrás no tenían. Seguimos teniendo enfrente un deporte donde el objetivo sigue siendo meter un esférico en un rectángulo erguido en el fondo rival, defendido por once jugadores. La evolución nos ha llevado a interesarnos por el juego, a preguntarnos cuál es la mejor forma de poder hacer daño al equipo contrario teniendo una serie de elementos, distintos entre ellos y a los que tienen el resto de equipos. ¿Cómo podemos defendernos eficazmente con los jugadores que tenemos? Estas preguntas nos llevaron a idear un plan de actuación para nuestro equipo, un modelo de juego.



El modelo de juego lo podemos entender como el modo de actuación de un equipo en los cuatro momentos o fases del juego:
  • Defensa organizada: momento en el que un equipo se encuentra preparado para defender ordenadamente sin la posesión del balón.
  • Transición ofensiva: instante en el que se pasa a tener la posesión del balón tras una recuperación.
  • Ataque organizado: fase en la que un equipo tiene la posesión del balón y tiene en frente a otro ordenado defensivamente.
  • Transición defensiva: cuando un equipo pierde la posesión del balón tras un robo del rival.
No existen dos jugadores iguales. Cada uno tiene una serie de características técnicas, tácticas, físicas y psicológicas. Ningún jugador es igual a otro ni toma las mismas decisiones. A través del trabajo del modelo de juego en los entrenamientos se consigue que todos los jugadores se acerquen en sus pensamientos a un objetivo común.

Dependiendo de las características de los jugadores se desarrollará un modelo de juego que logre potenciar aquello que esos jugadores pueden llevar a cabo a un nivel alto en las cuatro fases del juego. Cómo van a defender organizadamente, qué uso darán a la posesión del balón, cómo actuarán ante una pérdida o recuperación de balón.

Hasta aquí está claro, pero no podemos olvidar que enfrente siempre nos vamos a encontrar a un oponente que va a proponernos una serie de comportamientos colectivos de los que tenemos que defendernos y conseguir superar para poder atacar. Muchas veces estos comportamientos serán opuestos, muchas otras similares a nuestro modelo de juego. Lo que sí está claro es que reducir la incertidumbre (de lo que nos vamos a encontrar) nos llevará a estar mejor preparados para afrontar el encuentro. Cuantos más detalles conozcamos del modelo de juego rival, más preparados estaremos para solucionar las situaciones que se nos planteen. Es cuando entra en juego la estrategia operativa.

La estrategia operativa es el planteamiento que usa un equipo para contrarrestar y neutralizar al rival. Son aquellos comportamientos no habituales de nuestro modelo de juego que se implantan en un partido concreto para conseguir reducir al oponente. Por poner un ejemplo. Nos enfrentamos a un equipo con un modelo de juego basado en un juego asociativo que da un gran peso en el juego a su ataque organizado, similar al nuestro. Una de las soluciones que podríamos establecer para contrarrestar su juego podría ser realizar transiciones ofensivas rápidas para finalizar lo antes posible. Es algo que dista de nuestro hipotético modelo de juego, implantado en un momento preciso para hacer daño al rival.

Pero el trabajo exclusivo del modelo de juego y la estrategia operativa tienen una serie de limitaciones. El fútbol está lleno de incertidumbres: podemos preparar a conciencia un partido contra un rival, pero no podemos obviar que el rival también lo hará con nosotros. Podemos intuir que el oponente se comportará de una u otra manera en una situación concreta, como ha hecho hasta ahora, pero estamos hablando de intuición: no sabemos a ciencia cierta cómo va a actuar el rival. Por lo que si nos limitamos a trabajar nuestro modelo de juego y la estrategia operativa que creemos oportuna, estaremos limitando el juego de nuestro equipo.

En un partido de fútbol nos encontramos con muchos factores que condicionan el juego. Factores que harán que el contexto cambie continuamente, y debemos estar preparados para solucionar todos los contextos posibles. Podemos no dar con la clave en la estrategia operativa y haber estado equivocados, necesitaremos adaptarnos. Podemos quedarnos en inferioridad numérica tras una decisión arbitral, necesitaremos adaptarnos. No sabemos cómo va a actuar el rival con resultado a favor o resultado en contra; necesitaremos una adaptación al contexto. Por lo que creemos que para lograr ser un equipo competitivo necesitamos un equipo que sepa interpretar y solucionar cada contexto al que se enfrente. No un equipo limitado por un modelo de juego y una estrategia operativa que no sabemos si será correcta y eficaz.

El equipo competente es aquel que es capaz de realizar un comportamiento de forma excelente y muchos otros de manera suficiente. En el segundo año del Cholo Simeone a cargo del Atlético de Madrid pudimos disfrutar de un equipo que realizaba un juego directo de manera notable, pero que también era capaz de realizar buenos contragolpes y hacer daño con un ataque organizado. Dependiendo del rival y el contexto al que se enfrentaba tenía una solución.

En el partido de ida de la Europa League en la eliminatoria entre el Villarreal y el Sevilla, Vitolo marcó a los pocos segundos de empezar el encuentro. Ese gol echó por tierra toda la estrategia operativa y todo el trabajo semanal del equipo de Marcelino García Toral. El equipo debió actuar de distinta forma con 0-1 que con 0-0. Contexto distinto al que posiblemente esperaba el técnico. Eso requería una adaptación.
En conclusión, en los entrenamientos daremos prioridad a nuestro modelo de juego, aquello que somos capaces de realizar a un nivel alto. Pero también trabajaremos el resto de comportamientos que podemos realizar en un partido, tanto ofensivos como defensivos, para adaptarnos a las circunstancias del juego que se puedan presentar.
No limitemos el juego, no limitemos a los jugadores.
* Ignacio Dorado es entrenador.


RESPIRE JOSÉ, TODO PASA.



EL DEPORTE ES UNA FUENTE INAGOTABLE DE LECCIONES DE VIDA.
por IGNACIO BENEDETTI 

El deporte es una fuente inagotable de lecciones de vida. A través de él nos educamos en la derrota y la victoria, en el éxito y el fracaso. Aprendemos que cuando perdemos no hay más opciones que levantarnos para volver a competir, y que cuando ganamos, es obligatorio encontrar el cable a tierra que nos mantenga hambrientos y centrados. 

Al fin y al cabo no hay nada más efímero que un resultado y nada más peligroso que emparentar grandeza a la hipocresía del triunfo, porque los ganadores, los que pasan a la historia, son aquellos cuya influencia ha trascendido a su puesto en una clasificación, para así dejar enseñanzas e historias que jamás serán olvidadas porque se convirtieron en leyendas.


A Mourinho le caduca el librillo, dicen los expertos en lo inexistente, como si en el deporte hubiese espacio para los invictos o la clonación de escenarios y respuestas, olvidando que la razón de ser de cada partido, cada temporada, cada campeonato y cada ciclo es enfrentarnos a la incertidumbre del qué vendrá, reconociendo que lo que ya pasó no volverá jamás.

 ¿Acaso en el librillo del portugués hay respuestas para el error de John Terry o alguna fórmula para inducir a Thiago Silva a cometer una tonta mano? ¡Esto es fútbol, no matemáticas!

Y siendo el fútbol un deporte colectivo, nos hemos malacostumbrado a señalar a los entrenadores como ganadores o perdedores de duelos, en los que su influencia existe, pero no en el grado que algunos suponen. Lo sabe Mourinho, Bielsa, Guardiola y cualquier entrenador de barrio, y por ello César Luis Menotti expresaba una verdad tan grande como una catedral: “La táctica es programática. Por lo tanto, todo lo que sea programático en el mundo de la acción, donde aparece lo inesperado, no tiene mucho sentido. Vos elaborás una táctica para tu día, pero te aparece algo imprevisto y a la mierda la táctica”.

El fútbol es de los futbolistas, y el entrenador, por más que ayude a potenciar las cualidades de los suyos y sea cómplice y promotor de un plan, no es protagonista, sino actor de reparto. No me malinterprete, el papel del técnico es fundamental, pero los domingos (o los miércoles) son los jugadores los que toman decisiones, por ello Mourinho, más allá del histrionismo de su personaje, sabe que en los futbolistas reside el origen de cada victoria.

“Un hombre, como usted sabe, nunca es igual a sí mismo: se mezcla con los tiempos, con los espacios, con los humores del día, y esos azares lo dibujan de nuevo. Un hombre es lo que es, y también es lo que está por ser”. Tomás Eloy Martínez.

Por cada Mourinho hay un Guardiola, decía Marcelo Bielsa hace unos días para explicar que más allá de las simpatías, lo importante son las maneras que tiene cada uno de concebir este juego y la claridad de sus ideas. A ello habría que agregar que gracias a tipos como el portugués hay un fuego que se mantiene encendido, y no es otro que la curiosidad y las ganas de hacer las cosas distintas. Eso mismo entendió James Murphy, creador de la agrupación LCD Soundsystem, cuando expresó que ojalá alguien considerase su obra como ridícula o inservible, ya que eso estimularía en sus críticos el hambre necesario para explorar nuevas maneras de hacer las cosas.

Mientras tanto, sentado frente a la orilla del mar, basta con recordar que todo pasa, que nada permanece y que no hay absolutamente una sola situación que no cambie en un par de segundos. Haga caso al fallecido escritor argentino, señor Mourinho, y recuerde que lo que está por venir también definirá su paso por este mundo.
* Ignacio Benedetti.


martes, 17 de marzo de 2015

LAS NUEVAS METODOLOGÍAS DE ENTRENAMIENTO EN FÚTBOL.



CON Marcos Llavata Muñoz.
Enviado porcarla

Sobre Marcos Llavata Muñoz
Es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, por la Universidad de Valencia, máster en Gestión y Administración de Entidades Deportivas por la Universidad Politécnica de Valencia, y entrenador nacional de fútbol.

Alto Rendimiento: -Desde tu experiencia como entrenador en el mundo del fútbol ¿Qué evolución crees que ha vivido éste y cuáles serían los actuales factores de rendimiento?
Marcos Llavata:  -Bueno, yo creo que como todas las disciplinas deportivas han pasado por una etapa de adaptación, o de coger los instrumentos que venían pregonando las disciplinas individuales, como el atletismo. Y además, luego con la incorporación de la tecnología, esto se acentuó, en el sentido de que se trataba de controlar sobre todo el factor fisiológico. Pero, siempre desde tareas descontextualizadas, y donde los aspectos de incertidumbre y mentales brillan por su ausencia.

Por lo que surge la necesidad de entrenar en base a la lógica estructural del juego: con tareas que aparezcan las reglas del fútbol, con el balón por medio, jugando con los espacios y donde aparezcan rivales y los compañeros. Esto lo cumple la metodología integrada, que lo que hace es relacionar tanto los factores técnico-tácticos, como los psicológicos, como los fisiológicos, en una. Digamos, los enmarca en una misma tarea. Sin embargo, esto tiene un mal uso por parte de los entrenadores, ya que eso viene a resultar un instrumento donde se enmascara realmente una realidad, que hace que por utilizar el balón siguen promocionando o favoreciendo el control… 

Digamos, se pierde como objetivo base, el análisis o el alcanzar los altos fisiológicos. Después, por último, se ha pasado ya a una última etapa que ha venido a raíz de la corriente de la priorización táctica, en la que el entrenamiento busca ser más específico a su realidad, el entrenamiento del modelo de juego, tan conocido en la actualidad. Por ahí ha ido esa evolución en cuanto a lo que es el método utilizado por los entrenadores desde hace unos años hasta ahora. 

En cuanto a los factores de rendimiento -ya los hemos comentado a algunos- por un lado están los que creo deben guiar el aprendizaje, como son los factores técnico tácticos. Luego, consideramos los factores sociales y psicológicos, que no podemos obviar, porque forman parte de la persona -que es un ser contextualizado-. Por tanto, tiene unos estados de ánimo determinados, en un momento X, y tiene un contexto que le rodea, que esto le determina la alimentación, la hidratación.

Consideramos también los factores fisiológicos. Aquí hay que tener en cuenta la ergogénesis propia del deporte, tan característica por eso. Por esos 95% de esfuerzo de menor intensidad, y luego ese 5% pero que, además, es el 5% más importante -que pueden ser acciones más explosivas como decía Cometti-. Luego, dentro de estos factores, considerar también los factores de prevención o antiriesgo, como también diferenciales, sobre todo en el alto rendimiento.

Alto Rendimiento: -Nos has explicado un poco cómo han ido evolucionando las distintas metodologías. ¿Qué importancia le das tú al uso de una metodología u otra para lo que es el aprendizaje y el entrenamiento del fútbol?
Marcos Llavata:  -Yo creo que de todas las metodologías se puede aprender. O sea, son aplicables en cierto modo, siempre que se tenga como objetivo fundamental de la metodología del aprendizaje o la organización de juego del equipo. Yo creo que esto tiene que ser el pilar hacia dónde debe ir dirigido nuestros entrenamientos. Pero bueno, yo creo que desde las primeras metodologías -que ya he dicho que estaban basadas en el atletismo- de las cuales se han cogido instrumentos útiles en la medición, en el control -sobre todo en los factores fisiológicos- como después el hecho de que la metodología integrada dijera o guiara a los entrenadores a que supiesen relacionar esos factores todos en una misma tarea, como ahora, la (INAUDIBLE 00:05:45) que nos dice que demos un paso más allá y que nuestro objetivo fundamental sea la organización del equipo, yo creo que todos tienen su aplicabilidad.

Alto Rendimiento: -¿Cuáles serían entonces los fundamentos rectores de lo que sería tu propia metodología?
Marcos Llavata:  -Yo pienso que… Aquí por ejemplo yo a mi método, a mi metodología, la baso en tres palabras clave: es un modelo -organizacional-, o sea una forma de llegar a la organización de nuestro juego, -estratégico- porque en esa organización del juego tenemos que considerar también los factores competitivos propios de la realidad del día a día, como son los rivales que nos vamos a enfrentar. Y luego -funciona-l, en el sentido de que tiene que ser algo práctico y útil para el entrenamiento. 

Y básicamente tenemos que basarnos en cuatro principios rectores o cuatro fundamentos rectores alrededor de los cuales debe girar nuestra metodología y que deben respetar todas nuestras tareas, como son: -el principio de especificidad- que puedo explicarlo sencillamente. Tendría que ver con con el hecho de que nuestros entrenamientos, nuestras tareas, nuestras sesiones, nuestros objetivos estén siempre fundamentados en la organización del juego, sean específicos de nuestra especialidad, que no entrenemos de forma descontextualizada. Después, el segundo -principio sería el de repetición- que viene a decirnos que nuestra forma de entrenar, diseñe las tareas de forma que los objetivos que nos hayamos propuesto aparezcan de forma repetida para que nuestros jugadores y nuestro equipo los asimilen de la mejor manera posible. Después vendría -el principio de progresión- compleja. Yo creo que es muy importante el hecho de que nuestro equipo vaya a adquirir una organización, que a la vez descomponemos en una serie de comportamientos tácticos, estos comportamientos tácticos a su vez los podemos descomponer en algunos objetivos y poco a poco se tienen que ir asimilando de forma que se vaya de lo más sencillo a lo más complejo y, aparte, que se vivencien en contextos distintos. O sea, que el jugador vivencie incluso los mismos comportamientos pero por medio de tareas distintas para enriquecer su bagaje táctico. Y, por, último estaría -el principio de recuperación- que debe considerar todo entrenador también porque es una forma de regular la relación entre esfuerzo y recuperación de nuestros jugadores y que no debemos pasar por alto.

Alto Rendimiento: -Entonces, ¿qué objetivos son los que pretendes, los que persigues con esta metodología?
Marcos Llavata:  -Yo creo que el pilar que guía mi metodología es generar una organización del juego propia de nuestro equipo, que todos nuestros jugadores se comporten de la misma manera en una situación concreta, no que se vean 11 comportamientos distintos dentro del campo, y esto lo podemos conseguir por una serie de medios didácticos. En mi caso, por ejemplo, hablaremos de movimientos o automatismos, situaciones tácticas reducidas, que pueden ser por líneas o por sectores, posesiones o conservaciones, o partidos condicionados. Yo creo que, a través de estos medios didácticos -que todos son útiles-, lo realmente importante es saber cuándo utilizarlos. 

Debemos ir en busca de esa organización colectiva que pretendemos alcanzar. Y para ello, también Xavi, me interesa comentar que yo creo que hay que distinguir dos períodos muy claros dentro de una temporada. Primero, lo que se denomina la pretemporada, donde yo lo dirijo un poquito más, hago una planificación a medio plazo, donde el equipo tiene que alcanzar las bases, por supuesto, tácticas de nuestra organización dominando los comportamientos básicos que todo equipo debe dominar: defender dentro del área, defensa en juego directo, ataque por dentro, ataque por fuera. 

O sea, una serie de comportamientos que todo equipo debe dominar pero que están matizados por las características de nuestros jugadores. Esto se planificaría a medio plazo y siempre considerando también, por supuesto, los otros factores que hemos comentado, claves del rendimiento. Y después haríamos incidencia ya en el período competitivo, en el semana a semana, en el microciclo a microciclo. Porque digamos que hay que adaptarnos a lo que el equipo va ofreciendo, lo que ha dado, lo que tiene que dar, contra quién nos vamos a enfrentar y, en función de todo esto, el equipo va creciendo y va asimilando y va adquiriendo un mayor bagaje táctico.

Alto Rendimiento: -Entonces, Marcos, ¿cuáles son los contenidos de entrenamiento que nos van a permitir conseguir esta operacionabilidad de nuestro equipo?
Marcos Llavata:  -Sí, es un poco lo que acabo de comentar ahora, que lo he intentado englobar. Es eso, los contenidos. Nosotros vamos a suministrar una serie de medios didácticos, que los he comentado ya, y dentro de estos medios didácticos por supuesto va a haber una serie de contenidos en función de los comportamientos que queramos generar. Estos comportamientos ya os he dicho que vienen definidos por la organización del juego. Ahora bien, estos contenidos por supuesto vienen determinados por lo que es el ciclo de juego. Es decir, la fase que es con balón, cómo creo situaciones de gol, cómo finalizo, luego cómo las evito, qué ocurre cuando pierdo el balón y qué ocurre cuando la recuperó, en función de esto que es el ciclo de juego que se repite se lleva al entrenamiento y por medio de estos medios didácticos intentamos generar esa organización.

Alto Rendimiento: -Entonces Marcos partiendo de estos contenidos tácticos, de estos comportamientos, entre otras específicos en nuestro equipo ¿Cómo vamos a diseñar las tareas que nos van a permitir estos aprendizajes tácticos globales? Globales en el sentido de conjunto.
Marcos Llavata:  -Bueno yo creo que lo más importante es conocer el juego. Conociendo el juego, sabiendo lo que se da uno intenta diseñar tareas de modo que las situaciones que vayamos a entrenar como he dicho respetando esos principios, especificidad, de repetición, de recuperación y de progresión compleja tanto en la sesión como en la semana. Uno intenta pues llevar al campo situaciones didácticas donde el jugador evidencia lo que pretendemos que alcance con el objetivo de generar comportamientos que den lugar a una organización definida como una respuesta colectiva común. Básicamente hablando así en plan genera seria eso.

Alto Rendimiento: -Muchas veces tratando de lo que desde otras esferas se denomina el modelaje o la modelización del juego en un equipo se introduce el debate entorno hasta qué punto lo que se está trabajando es toma de decisión o si en cambio lo que se está realmente trabajando es la automatización de comportamientos colectivos. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Marcos Llavata:  -Yo creo que los automatismos, entendidos como guía que el entrenador tiene marcada e intenta trasladarlo a sus jugadores, creo que es importante, creo que tiene su utilidad en los principios de temporada para generar, por ejemplo, las bases de los comportamientos. Por ejemplo, en mi caso creo que es importante que se generen así o que se vivencien así los comportamientos, por ejemplo defensivos. Y que si bien vienen marcados un poco en línea de lo quiere el entrenador, pero… y que creo que no los debemos de desechar. 

De hecho por ejemplo Sacchi, que fue un gran innovador en su vía, gran parte de sus entrenamientos se basaban en esos automatismos. Creo que por este lado es importante y también es cierto que no nos podemos quedar en eso solo, sino que creo que en esta progresión completa que he comentado los automatismos tienen un lugar y después se va evolucionando hacia formas jugadas donde la incertidumbre, la toma de decisiones por las vivencias distintas y menos enriquecedoras que ofrece el propio juego se van a desarrollar mejor. Por tanto, no desechar ninguno de los dos medios didácticos, que los puede usar el entrenador en cualquier momento, digamos, de esa hoja de ruta. 

Y lo que me parece fundamental y el factor clave es saber cuándo utilizarlos y para qué, y relacionadas con qué contenidos. Porque también es cierto que por ejemplo para mi los automatismos o movimientos en contenidos ofensivos a lo mejor les doy menor relevancia que en contenidos defensivos, por el hecho de eso de que la propia creatividad en los jugadores, en esas interacciones entre ellos pues creo que viene mejor dada por formas más abiertas y no tan cerradas.

Alto Rendimiento: -Y otro debate existente en relación a todas estas metodologías actuales que sobre todo potencian el entrenamiento específico existen varios estudios científicos que nos vienen a decir que cuando mayor es el entrenamiento específico mayor es la probabilidad de sufrir una lesión, ¿Cuál es tu opinión al respecto y cuáles son las medidas preventivas que tomas al respecto?
Marcos Llavata:  -Yo pienso que es cierto estos estudios están ahí y bueno cuando yo digo que nos tenemos que basar en el principio de especificidad, me refiero a que tenemos que considerar los esfuerzos específicos también de nuestro deporte, luego no es lo mismo la preparación de un mediocentro que de un portero o de un delantero, o sea son preparaciones también totalmente distintas y que solamente vamos a poder llegar a ellas entrenando en sus posiciones. 

Pero eso también es cierto que hay una base anterior que no podemos obviar y que también yo la íntegro por ejemplo en el periodo esté más a medio plazo en el que no podemos obviar que los esfuerzos a nivel de resistencia y sobre todo los niveles de fuerza relacionados con la prevención posterior de lesiones los entrenadores tenemos que cuidarlo y para ello creo firmemente en que hay que realizar al menos una sesión o un par de sesiones semanales, tanto de propia sesión como trabajos excéntricos que lo que habilita es que se reduzca este factor de riesgo tan importante y que por tanto nuestros jugadores estén disponibles para entrenar y para competir.

Alto Rendimiento: -Y ya para terminar Marcos ¿Cómo se relaciona esta metodología más de enfoque táctico con lo qué sería la preparación física más convencional y sobre todo desde el punto de vista del control y la valoración de las cargas de entrenamiento en términos de intensidad y exigencia?
Marcos Llavata:  -Bueno la relación es: sabemos que esta el factor fisiológico, que hay medios para controlar que está ocurriendo y sobre todo había un gran desarrollo a nivel tecnológico, creo que eso está ahí y es bueno conocerlo pero lo más importante es saber que eso tenga una traslación al entrenamiento. Es decir que esa preparación física no simplemente se quede en un mero control sino que relacionemos esos esfuerzos porque con las tareas específicas de entrenamiento enfocadas en la táctica que al fin y al cabo no es que solo te enfoques en la táctica no es que estas preparando a tus jugadores también en especificidad para lo que luego va a ser la competición. 

Esto tiene su hándicap en el sentido de que al ser una realidad compleja es algo difícil de controlar, el hecho de constatar, es decir nuestras tareas se trasladan a una competición pues bueno tanto esto como el hecho de generar indicadores tácticos o técnico-tácticos que nos digan por dónde vamos . Entonces como es difícil yo creo hacerlo de una manera cuantitativa, creo en una valoración más cualitativa que hay que hacer tras cada partido valorando la relación en nuestra competición con las tareas que hemos ejecutado, ver que se ha hecho bien, que se puede mejorar y en función de esto enderezar nuestra hoja de ruta y luego atender por supuesto esos requerimientos individuales, a nivel fisiológico o incluso psicológico y sin olvidar la prevención de lesiones, eso ya lo he comentado.