miércoles, 26 de noviembre de 2014

EDGAR MORIN

EDGAR MORIN. 'Necesitamos mundólogos'

Sobre globalidad opina el filósofo francés Edgar Morin.

Quizá la principal enseñanza que dejó Edgar Morin durante su visita de casi un mes a Cartagena en septiembre, donde estuvo invitado por la Universidad Tecnológica de Bolívar, fue la insuficiencia de las explicaciones de la ciencia clásica frente a los nuevos desafíos de una sociedad planetaria. Muchos creen que ese ha sido el mayor aporte del filósofo francés a una reforma del pensamiento: la propuesta de un método científico transdisciplinario, capaz de ligar las áreas del conocimiento y trabajar la multidimensionalidad de los fenómenos. Su tesis, plasmada en muchos de sus libros como 'La cabeza bien puesta' (1998) y 'Los 7 saberes para una educación del futuro' (con la Unesco, 2000), entre otros, se basa en que la especialización despedaza las cosas e impide ver los problemas humanos fundamentales.


"El modo actual de enseñar no permite ver lo complejo de todo, porque sólo hay expertos en economía, en religión, entre miles, viendo las cosas separadas; para mí es necesario reformar la educación para que dé cuenta de los procesos del mundo. En palabras de Sábato, necesitamos 'mundólogos', sino vamos a tener sólo visiones parciales, unilaterales y cerradas.
Se trata de preparar nuestras mentes para el combate vital por la lucidez y eso significa que hay que estar siempre buscando, ¿cómo conocer el propio acto de conocer? Se trata de desarrollar una actitud mental capaz de abordar problemas globales que contextualizan sus informaciones parciales y locales. Enseñar la condición humana debería ser el objeto esencial de cualquier sistema de enseñanza, y eso pasa por considerar conocimientos dispersos entre varias disciplinas, como las ciencias naturales, las humanas, la literatura y la filosofía.


Las nuevas generaciones necesitan conocer la diversidad y la unidad de lo humano.
"La política se ha preocupado sólo por sobrevivir, pero no se preocupa de la vida".
"Enseñar la identidad planetaria se refiere a mostrar la complejidad de la crisis planetaria que caracterizó el siglo XX. Se trata de enseñar la historia de la era planetaria que vivimos hoy, mostrando cómo todas las partes del mundo necesitan ser intersolidarias. Muchos han integrado mis ideas y ven esa necesidad de reformar la educación. Hoy esa reforma está más adelantada en Colombia y en Brasil que en Europa, pero no ha llegado aún una reforma fundamental.

"Siempre en la historia, los cambios empiezan en un modo muy modesto; el inicio del cristianismo fue en una provincia lejana del Imperio Romano, donde había un hombre, Jesús, y un pequeño grupo de discípulos. Así fueron los inicios de la ciencia moderna, de Descartes y Galileo y hoy tienen un desarrollo gigante. Por eso no podemos cambiar las cosas con decretos, siempre debemos empezar y empezar a empezar, comenzar a comenzar, esto significa una toma de conciencia que se difunde, que crea redes, como siempre en la historia si se empieza con un mensaje nuevo parece 'desviante', no lo entiende la mayoría, pero si hay la propagación del mensaje y una fuerza política, se comienza a comenzar. Así comenzó el cambio de Bogotá, no llegó totalmente, pero empezó con un alcalde, con un grupo de gente que pensaba que podía ser mejor.



"Desde ahí se puede buscar la finalidad de la vida, la felicidad. La política no puede dar la felicidad, puede producir algunas condiciones exteriores que permiten no ser demasiado infeliz, la miseria y el trabajo forzado y otras cosas. Pero la felicidad la hallamos nosotros. No se puede pasar una vida feliz porque hay mucha crueldad, la felicidad son paréntesis en este mundo cruel lleno de peligros y dificultades. También se paga, por ejemplo si se quiere mucho a una persona y se va o muere, queda usted mucho más infeliz que una persona sin amor; pienso que el amor es la cosa que conduce la felicidad y perderlo es la cosa que la destruye.
"Se debe diferenciar momentos de felicidad y tiempos de felicidad, momentos de felicidad los puedo encontrar cuando veo el lugar donde el sol se cae, cuando veo árboles que me gustan, cuando veo un vino que me gusta, mariposas, cenas con amigos, pero tiempos de felicidad son periodos de tiempo más largos pero no eternos. Pueden durar meses, años, pero acaba porque la felicidad necesita una variedad de condiciones y cuando una se pierde se pierde la felicidad plena.



"En general las acciones buenas de la política ayudan a la gente a sobrevivir, pero sobrevivir no basta, porque sobrevivir es únicamente cumplir con las obligaciones sin gozar de la vida. Hay la prosa de la vida y la poesía de la vida. La prosa es sobrevivir, la poesía es vivir, vivir es la extensión de sí mismo, el encuentro, la amistad, el amor, las comunidades, la estética y el folclor y varias cosas. Una importancia de la ética y de la política, es incitar a ayudar las gentes a vivir, no únicamente a sobrevivir.

"La política se ha preocupado sólo por sobrevivir, pero no se preocupa de la vida. Hay un referente fundamental en lo planetario, gracias a la tecnología hay un escenario permanente de las redes humanas que nos exigen revisar nuestra manera de razonar para aprender a vivir. Relaciones entre ética y política deben revisarse, hay formas de buscar desde lo político pero hay otras formas, en el mundo que hoy estamos viviendo".
POR JORGE ELIÉCER QUINTERO                                               EL TIEMPO, CARTAGENA


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