lunes, 23 de septiembre de 2013

EL JUEGO DE LAS SIETE SEMEJANZAS


EL JUEGO DE LAS SIETE SEMEJANZAS

 
(Artículo publicado en Mundo Deportivo de Barcelona el 10-06-2009).

 

 Pep Guardiola acaba de hacer historia con sus futbolistas, alcanzando el triplete. Phil Jackson está a punto de aumentar su colección de anillos de la NBA, esta vez con los Lakers de Gasol. Puede que estemos ante dos de los mejores equipos del mundo. Si eso es así, significa que sus entrenadores están haciendo bien su trabajo. El reto que plantea este artículo consiste  en encontrar las siete semejanzas entre ambos técnicos. Si lo conseguimos estaremos más cerca de la excelencia en la dirección de equipos.

 

 LA SUPERACIÓN DEL EGOÍSMO

Phil y Pep saben que cuando se trasciende el egoísmo suceden cosas mágicas. Los dos han querido dejar atrás la mentalidad del yo primero. Para conseguirlo han conectado a sus jugadores con algo más grande que ellos mismos: la belleza del sistema de juego.

Una vez que los jugadores han interiorizado el sistema y lo han interpretado, emerge una poderosa inteligencia del grupo que es más grande que las ideas del entrenador y que cualquier individuo del equipo.

 

 LA IMPLICACIÓN DE TODOS LOS MIEMBROS DEL EQUIPO.

Dice Phil que intenta poner a los doce jugadores dentro de la rotación, para mantener a todo el mundo centrado en el mismo objetivo. Pep ha sacado mucho partido a las rotaciones. Más que para dosificar a sus hombres, ha utilizado los cambios para hacer sentir a todos los jugadores que son necesarios.

Phil dice que siempre ha creído que la cohesión que esto crea es más importante que el riesgo que implica.

 

 EL VALOR DEL ESFUERZO.

Guardiola no prometió títulos, solamente trabajo. Para Jackson, el equipo con mayor dedicación, deseo y esfuerzo de todos a una acaba ganando.

Los dos tienen debilidad por el talento, siempre y cuando se presente acompañado por el trabajo. Y es que el carácter es más importante que el talento. Sin una buena dosis de superación personal y de persistencia en el esfuerzo el talento puede evaporarse.

 

 LA FIDELIZACIÓN DE LOS JUGADORES.

Ambos técnicos han conseguido que su manera de entender el juego terminara siendo compartida por cada uno de los miembros del equipo. Para ello han utilizado la identificación.

Guardiola ha aportado una manera de entender el juego que respeta los valores del barcelonismo, del club, de los jugadores y de su propia filosofía del fútbol: por eso permite que todos se identifiquen con su propuesta.

 

 EL TRATO INDIVIDUALIZADO.

Pep y Phil han tratado a cada jugador de forma diferente, siempre en función de sus necesidades individuales. Y, además, han conseguido hacer entender al resto del equipo que ese trato diferencial era lo mejor para todo el colectivo.

 

EL VESTUARIO ES SAGRADO.

Cuenta Jackson en su libro Canastas sagradas que la única gente que realmente importaba era el círculo interno del equipo: doce jugadores, cuatro entrenadores, un fisioterapeuta y el utilero. La idea era elevar el sentimiento de intimidad, el sentido de que estaban comprometidos en algo sagrado e inviolable.

Guardiola también ha conseguido que la cohesión del grupo facilitara la intimidad. Quizá por esto mismo han trascendido a la prensa muy pocos asuntos internos durante esta temporada.

 
EL USO DE VÍDEOS.

Aunque la idea era buena(sorprender para llamar la atención y emocionar para movilizar todas las energías), la forma de llevarla a cabo no lo fue tanto. Los azulgranas saltaron al campo algo aturdidos, tras visionar el montaje audiovisual. Quizá faltó elegir mejor la emoción a trasmitir.

Tanto Phil como Pep no han dudado en utilizar carteles, frases, montajes siempre que han querido enchufar confianza a sus jugadores. A Guardiola le gusta Gladiator y a Phil, Pulp Fiction; cuestión de gustos.

Estaban haciendo todo esto y nadie se daba cuenta. Estaban ejerciendo de líderes. De líderes invisibles.
 

  

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