lunes, 9 de julio de 2012

PEP GUARDIOLA SU FILOSOFÍA II

PEP GUARDIOLA SU FILOSOFÍA  II
Al final de los partidos en el Camp Nou, Pep Guardiola se ha reunido con algunos entrenadores rivales en el despacho que tiene en el estadio para disfrutar de una charla relajada mientras toman algo. Es una costumbre que él mismo introdujo y que probablemente adoptó del fútbol inglés, según el diario Sport.
Intercambiaban conceptos, sobre los métodos de motivación que se utilizaban, reflexiones profundas sobre el juego, en medio de una sensación de máxima cordialidad, de desdramatización absoluta de todo.
En el ámbito familiar, deberíamos aplicar media hora al día , esta filosofía, para compartir los acontecimientos de la jornada e intercambiar nuestras opiniones.

Un existencialista en el campo.
Albert Camus, escritor argelino, tuvo una vida corta pero intensa en todos los sentidos. La pasión por el fútbol lo llevó a pronunciar esta frase: “Todo cuánto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres se lo debo al fútbol”.
Así relacionaba sin cesar la ética del fútbol, basada según él en la lealtad y la hombría. No es extraño este pensamiento teniendo en cuenta las pasiones que levanta este deporte, capaz de sacar lo mejor y lo peor de cada persona en la victoria y en la derrota.

Constantemente se suceden en los estadios acciones y actitudes antideportivas impropias de seres irracionales que se deben, precisamente, al amor por unos colores.  Tal como expresó Eduardo Galeano: “En su vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo de fútbol”.

También Camus apuntó: Aprendí que una pelota no llega nunca del lado que uno espera. Me sirvió sobre todo en la metrópoli, donde la gente no es sincera”. Haciendo referencia  a posibles traiciones que sufrió de gente en la que confiaba y al egoísmo de los seres humanos.

No bajar la guardia.
Pep Guardiola se caracteriza por celebrar un gol e inmediatamente aprovechar el momento para dar instrucciones a los jugadores. Relajarse puede ser peligroso. Siempre se puede aspirar a hacer mejor las cosas. Que hayamos superado algunos obstáculos y cumplido una serie de objetivos no quiere decir que esté todo hecho.

No criticar.
Guardiola no se ha distinguido por criticar a los árbitros o por echar la culpa a los demás de sus propios fracasos, sino por defenderse de las cosas que no han salido bien.
Tampoco ha censurado ante los medios a sus jugadores.
Mantiene el espíritu de competitividad al máximo y la confianza de todos los jugadores, que no se sienten la última pieza por encajar en el puzzle.
Pero sí es crítico consigo mismo. Ser autocríticos con nuestras propias acciones nos hace más fuertes y versátiles que el resto.
Cuando asumes tus propios errores, tomas el mando de tu destino y por lo tanto puedes darle una vuelta de tuerca a la situación para salir adelante.


Inconformismo.
Cualquier persona tiene la capacidad de rebasar sus actuaciones límites, no hay que resignarse con lo que se ha conseguido.
El inconformismo es sinónimo de inteligencia, lucha y valentía. El disconforme es aquel que no se siente a gusto con las cosas que le rodean y que, por lo tanto, hará lo posible por modificarlas.
¿Dónde está tu techo? Gigantes como Guardiola nos muestran que podemos ser tan altos como se quiera. Sólo tú eres el responsable de tu vida. Nadie más tiene las riendas de tu destino. Todos podemos ser mejores porque siempre hay retos que superar, puestos que ascender, lugares por conocer, personas por encontrar…

Paciencia activa.
¡Qué difícil debe ser para ciertos jugadores del F.C.Barcelona quedarse en el banquillo sin jugar partido tras partido!  Pero ¿acaso se ven desmotivados? Guardiola sabe perfectamente cómo alentar a sus hombres para que no decaigan, para que sigan adelante, para que entrenen todos con ganas y participen en la dinámica del equipo.
“No hay que desesperar: nuestro momento llegará”.
Una de las acepciones del término paciencia hace referencia a la facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho. Una persona alterada que lo hace todo con prisas es difícil que obtenga buenos resultados. Alguien paciente es aquél capaz de soportar la espera y superar los acontecimientos que aparecen a lo largo de la vida.

Mucha  gente cae en el error de creer que paciencia es sinónimo de pasividad. Nada más alejado de realidad. Si queremos un cambio en nuestra vida debemos actuar y hacer todo lo posible para que esto acontezca.
En esto consiste la paciencia activa: no darse por vencido y en ampliar nuestro espectro de actuación.
El Barcelona lo pone en práctica cada vez que juega: sus rivales se meten atrás y con su juego paciente pero inteligente, preciso y constante va demoliendo a sus oponentes hasta ganar.

Guardiola en blanco y negro.
Es raro ver a Guardiola participando en un acto público, ya que no es dado a realizar acciones que vayan más allá de su trabajo como entrenador. Tampoco concede entrevistas individuales.
“No hay día que no piense que mañana me voy; creo que trabajo mejor pensando en que tengo libertad para decidir mi futuro. Lo de estar mucho tiempo ligado, estar a disgusto y que tengas que seguir estando me angustia mucho”, apunta Guardiola.

“La herramienta más educativa que he tenido ha sido el deporte; he aprendido a aceptar la derrota, que el otro es mejor, a levantarme después de no haber hecho bien las cosas, a esforzarme para hacerlo mejor, a que mi compañero es mejor que yo, a que el que manda diga que no juegas…mi educación me la ha dado el deporte, de verlo, de compartir”, añade Pep Guardiola.
“No he encontrado a un futbolista del más alto nivel… al que no le guste lo que hace”.

Momentos críticos.
Pep Guardiola tuvo que salir adelante a lo largo de su carrera, tras ser tachado de homosexual y de padecer de sida. También siguió adelante y creyó en sí mismo tras una grave acusación de dopaje.
“Importa más lo que tú piensas de ti mismo que lo que los otros opinen de ti”, señaló en su momento el filósofo Séneca. Si estás a gusto contigo mismo y con tus logros, ¿ qué más da lo que opinen los demás?.
Pep Guardiola ha seguido su camino, a lo largo de años, tras recibir acusaciones malintencionadas. Ninguna de ellas han sido ciertas.
Pep se ha mostrado fuerte ante las adversidades de la vida y ha sabido salir con solvencia de todas las falsedades que se han dicho sobre él.
La fortaleza mental nos ayuda a mantenernos en el camino correcto sin dar importancia a lo que opinan los demás. Si tu familia y tus amigos te quieren y te respetan… ¡qué importa lo que piense el resto!.



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